jueves, 2 de octubre de 2008

La Tipa Cuerda y la moda

Desde hace un tiempo intento ser “trendy”. Salir divina de mi casa y volver hecha un pincel. Con este afán, me compro las típicas revistas de moda y me paseo por los blogs más fashion del la red a ver si encuentro el “look” que más me vaya. ¡Ay amigos! Pero eso de ser estilosa, no es tan fácil como parece…

Porque la Tipa cuerda es también una tipa redondita. Con todas las dificultades que eso implica en el mundo de la moda: botones apunto de saltar, camisetas que no me dejan respirar, estampados que multiplican el tamaño de mi culo por tres, probadores minúsculos y por supuesto, ni una sola tienda, blog o revista especializada en chicas de mi talla. Sí, lo habéis adivinado. Soy una de esas chicas que vive en el limbo de las tallas; la 42 es muy pequeña, pero la 44 demasiado grande.

Otro problemón al que me enfrento son los zapatos, botas, botines, sandalias y calzado en general… ¡si me hacen rozaduras hasta las zapatillas de andar por casa! ¡Imagínate un taconazo de vértigo! IMPOSIBLE. Y cuando me hago la valiente y me los pongo, pues pasa lo inevitable: me caigo (y normalmente siempre delante de la persona más inadecuada en el momento menos propicio).

El maquillaje es otro de los detalles que me quedan por perfeccionar. Mis pestañas le han declarado la guerra al rimel y siempre ganan ellas, con el colorete nunca me aclaro y, o me paso y consigo el horrible efecto bombilla, o no llego, y entonces consigo el horroroso tono blanco nuclear. El pintalabios me queda más o menos bien, pero siempre lo dejo en el cuello de mi chico cuando le digo adiós por las mañanas.

Total, que cuando salgo de casa voy sin maquillar, con las zapatillas de deporte más cómodas que tengo, unos vaqueros de talla y forma indefinida, una camiseta holgadita para poder coger aire y el pelo recogido con una pinza que me compre en los chinos. Y claro, cuando vuelvo, más que hecha un pincel, ¡lo que soy es un brocha!