Mi padre me paga el móvil, los muebles, el transporte. DEPENDO. Y no es que yo quiera depender, es que la situación me obliga.
¿Os acordáis de aquellos tiempos cuando un sueldo de 120.000 pesetas era más que decente y se podía alquilar un piso de 3 habitaciones en una zona buena por 50.000 pesetas? Yo era jovencita y no me preocupaba por esos menesteres... pero ahora que no me queda más remedio que preocuparme por dichos asuntos, me doy cuenta que con mi sueldo de 166.000 pesetas y un alquiler de 116.200 pesetas por un pisito de 2 mini-habitaciones tengo que alegrarme de tener novio. No porque he encontrado al hombre de mi vida, sino porque he encontrado a la persona ideal con quien compartir el alquiler.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario